¿Caer en locura o caer en desamor?

Durante toda mi carrera como psicóloga hay un caso en particular que siento, merece ser contado, y lo compartiré a más de un tercero a través de la escritura y solo quién sea capaz de entender y no juzgar los sentimientos de este joven tiene derecho a leer su historia.

Un día recuerdo haber visto a un joven de aproximadamente unos dieciséis años, cabello oscuro y ojos claros, ojos inundados en lágrimas; tenía un tono de voz entre agónico o ahogado, no lo sé, pero de lo que sí estoy segura es que él estaba desesperado.
Entre lamentos me suplicó ayuda, se la dí; le pedí que se calmara y me confiara lo que le estaba ocurriendo; Me hizo prometer que no divulgaría nada a nadie, ni a sus padres, luego de prometerlo, muy agradecido comenzó a hablar:

- Me estoy volviendo loco, amo a alguien que no existe.
- ¿Cómo? explícame - le pedí.
- Larga historia, yo tenía una novia, perdón, ex novia, se llamaba Roxanne - Al nombrar a esa chica noté mucha tristeza en su rostro, hizo una mueca, suspiró y continuó contando - Mi mejor amigo, perdón, ex mejor amigo, terminó destruyendo mi vida a través de lo que yo mas amaba, esa chica, Roxanne – calló un segundo - Un maldito 25 de Junio Roxanne me confesó de que me estaba engañando con mi mejor amigo.y
Carlos quedó callado, casi en shock, noté nuevamente que sus ojos expresaban agonía y odio. Interrumpiendo su silencio dije:

- ¿Y qué hiciste ante eso?
- Quede despechado e hice lo peor que pude haber hecho - Me respondió
- ¿Qué es eso tan grave? - Le pregunté
- Intenté sacarle celos a Roxi - Me respondió, y luego de esas  palabras, Carlos comenzó a hablar en un tono muy bajo  como el de un niño asustado o  alguien muy arrepentido.  Aún notaba en él unas ganas incontenibles de llorar.

Admito que subestimé el caso, al escuchar lo que Carlos me decía, una historia que ha ocurrido ya varias veces. No me preparé para una respuesta diferente y hasta ahora, no me parecía ver nada que no haya tratado antes.

- Al ver a Roxi... Roxanne con ese traicionero sentí que tenia que dejar mi ego bien firme ante el resto y, a la vez, quería que Roxanne no se enterara que mi mundo rondaba solo en torno a ella y ese maldito traicionero - Continuó contándome Carlos – Le dije que yo la había engañado también, cosa que era mentira, nunca me hubiera atrevido a engañarla porque la amaba, lo juro. Me inventé que la había traicionado con Jacqueline.

- Y ¿Quién era Jacqueline? - le pregunté.
- Ese es el problema, Jacqueline no existía, la había inventado solo para quedar bien, para tener algo en lo que aferrarme y no caer - Me respondió - Solo quería tener como sostener mi ego ante el resto y no verme como un maldito perdedor.
- ¿Qué paso luego de inventar eso? - le pregunté intrigada
-  Perfeccione mi mentira – respondió – al fin y al cabo debía de convencer a las dos personas que más me conocían, Roxanne y Camilo.
- ¿Cómo les hiciste creer eso? - Le pregunté
- Comencé a inventar días que me "juntaría" con ella y contaba que andábamos por lugares a los que sabía que nadie había ido - me dijo - obviamente les decía al día siguiente e intentaba que no sonara como mentira ni como presumido.
- ¿Y Roxanne? - le pregunté
- uff - suspiró - A ella no le hablaba, creo que escuchaba algunas cosas sobre lo de Jacqueline y yo, pero estoy seguro
- ¿Ella estaba con tu amigo cierto? - le pregunté
- Si, los veía sentarse juntos, hablar, abrazarse, etc. Pero nunca besarse, o al menos en mi cara no, creo que me guardaban todavía un poco de respeto - me respondió – aunque…
- ¿Aunque..? - Me intrigó
-  Un día los espié - me dijo – Vi que peleaban, Roxanne le pedía una explicación de algo, no entendí mucho hasta que Camilo le dijo que la amaba y salí corriendo, no soportaba seguir escuchando – Carlos miró con odio y siguió contando – me dio tanta rabia que de puro estúpido al día siguiente llegué con que Jacqueline era mi novia.
- ¿Por qué hiciste eso? - le pregunté sabiendo ya la respuesta.
- Despecho supongo - continuó hablando, solo que ahora su mirada se dirigía hacia el piso como un arrepentido - El problema mas grande nació de esa mentira, mi peor error.
- ¿Cuál fue ese error? - le pregunté
- Comencé a creerme el cuento de que Jacqueline me amaba y no me traicionaría, comencé a quererla de verdad, comencé a desear que en verdad existiera, comencé a tener fé en verla algún día, comencé a desear besarla, abrazarla, amarla - Suspiró, dirigió su mirada hacia la mía intentando decir "¿Que le voy a hacer?" y volvió la mirada al piso – La llegué a amar, tanto o más que a Roxanne.
- ¿Cómo era Jacqueline? - le pregunté
- Era diferente a las otras chicas, era especial - me respondió - a veces discutíamos como toda pareja pero siempre eso traía una hermosa reconciliación, parezco loco diciendo esto.
- ¿Y físicamente? – pregunté
- Hermosa, una mezcla entre Roxanne y mi mujer ideal - respondió - Pelirroja, a diferencia de Roxanne, pero con sus profundos ojos verdes, era un poco mas baja que yo. Aunque para ser sincero, nunca pude ni he podido imaginar bien su rostro, solo sus profundos ojos idénticos a los de Roxanne y su leve voz desde sus hermosos y bordeados labios - Carlos quedó en silencio, ahora miraba hacia todos lados luchando por no llorar.
Se tornó un ambiente silencioso, sabía que él esperaba una pregunta, pero me mantuve callada; Él rompió el silencio, creo que notó en mi rostro la preocupación que tenía.

- El problema es que no sé como hacer que la gente olvide a Jacqueline y menos como hacer para yo olvidarla - me dijo - Algunos me preguntan por ella cuando quiero olvidarla, aparte, las chicas no me consideran como más que un amigo por estar "ocupado".
- Di la verdad - le dije
- !NO¡ - gritó - Si dijera la verdad quedaría como un verdadero loco, aunque, a estas alturas estoy empezando a dudar si estoy cuerdo
- Finge que terminas con ella - le aconsejé
- Hemos terminado cinco veces - me dijo riendo, luego se puso serio - Pero al final, cuando al fín "no la mencionan" me da la tontera y "volvemos"
- ¿Por qué?
- Porque me estoy volviendo loco y la amo demasiado, no quiero alejarme de ella, no soportaría - me dijo – Es tan difícil olvidarla, a las personas normales se les hace difícil olvidar a quienes amaron ¿tiene esto algo de diferente? – Suspiró – lo peor de todo es que ella vive en mi mente, puedo saber y manipular sus pensamientos, sé que me ama.

- ¿Alguien mas sabe que Jacqueline no existe? - le pregunté.
- No, y no deben saberlo - me respondió apenado – una vez intenté contárselo a una amiga, pero al final temí que me tomara por loco o se lo dijera a un tercero.
- ¿Haz intentado decirle a tus padres? - le pregunté aún mas preocupada
- Ellos también creen que Jacqueline existe - dirigió su mirada al piso - tengo miedo.
- ¿De qué? - le pregunte
- De ser tomado como loco, que la gente se aleje de mí por esto, que me traten como mentiroso, que me molesten por despechado, que Roxanne se entere que la amo – el ambiente se tornó tenso - Pero no soporto, siento el silencio cuando intento hablar con alguien, siento que en mi vida no hay nada interesante y empiezo a inventar e inventar y mientras mas invento mas me arrepiento y mas me hundo - me dijo ya casi llorando - Me odio por esto y no tengo a nadie con quien hablar sobre el tema, ¡Nadie!
- Relájate, desahógate - le dije - cuando una persona se guarda todo le hace mucho peor.
- Pero ¿Qué hago? - me preguntó desesperado - Se me hace imposible olvidarla y cuando intento enamorarme de otra chica comienzo a compararla con Jacqueline y la segunda queda como la nada misma. Nadie se compara con Jacqueline.
Carlos rompió en llanto, quedé pasmada aunque hice lo posible por consolarlo.

- Yo nunca engañe a Roxanne, lo juro, solo quise sacarle un poco de celos, lo admito, pero mírame aquí, derrotado por una maldita farsa; ella amándolo a él y yo sufriendo mi mentira, atrapado sin vuelta atrás – respiró - Prométame que pase lo que pase no le dirá a nadie.
Se lo prometí, una promesa difícil de cumplir, quería ayudarlo pero no quería romper su confianza porque estaba más que claro que me confió su más íntimo secreto.
Estuve toda la noche pensando, me daba vueltas en la cabeza el saber como se sentía Carlos. Pude haberle dicho que solo hacía falta voluntad, pero sabía que no era así; pude haberle dicho muchas cosas pero entendía su miedo, su miedo a quedar como un loco ¿Lo estaba? ¿O era solo falta de afecto? esa falta de afecto y de en quién confiar, sabiendo que perdió a su amor y a su mejor amigo de un solo tiro,  esa falta de afecto que te lleva a la desesperación por una mínima muestra de cariño, el miedo a quedar mal, el ego caído por un mal de amor, las burlas de el resto y el corazón partido le estaban haciendo caer en un circulo vicioso de mentiras y engaños, donde el peor engañado era él mismo.

Al siguiente día al llegar a mi consulta, encontré una nota, la abrí:

"Gracias por todo pero ahora solo me dejaré llevar por las estrellas a través del reflejo de la luna sobre el mar… Al menos alguien sabe mi dolor.
Esta infinitamente agradecido, Carlos"

No supe reaccionar, sabía interpretar lo que me quería decir, y sabía que nunca más podría hablarle. Ese día abundaron los recuerdos de aquella conversación, que a pesar de haber sido solo unos minutos, sentí conocerle de toda la vida, vida que ya no podría disfrutar más.
Esa misma tarde, la madre de Carlos se contactó con migo para informarme lo que ya sabía, me explicó que llegó a mí gracias a que su hijo, lo último que le dijo, fue que me vino a ver. Preguntó por mi conversación con Carlos y solo le dije, como le prometí, que él estaba mal por Jacqueline y Roxanne, solo eso.                                  
Días más tarde fue el funeral de Carlos, asistí silenciosa, al fin y al cabo yo había sido la última persona que había hablado con él y la única a la cual le contó su más grande secreto. Entre la gente vi una chica de cabello castaño y ojos verdes llorando desconsoladamente y un chico a su lado, en silencio, con sus ojos lagrimosos y su alma pendiendo de un hilo. Me les acerqué y adiviné que eran estos dos personajes nombrados por Carlos anteriormente.

- ¿Lo conocieron bien?.- Les pregunté.
Ante mi pregunta el chico no hizo nada, siguió con su shock; La chica me miró, intentó decir algo pero no tuvo éxito.
- Yo fui prácticamente la última en hablar con él – les dije y los dos me miraron pasmados, la chica, cambiando totalmente la expresión de su rostro, me respondió.
- ¿Usted es la psicóloga que él fue a ver? bueno yo soy Roxanne, quizás él le habló de mí.
- No voy a mentir - le dije - Si habló de ti
Roxanne volvió a romper en llanto y dijo con la mirada perdida hacía el cielo:
- Yo nunca engañe a Carlos, lo juro, solo quise sacarle un poco de celos, lo admito, pero mírame aquí, derrotada por una maldita farsa; él amándola a ella y yo sufriendo mi mentira, atrapada sin vuelta atrás.
Mantuve silencio, reconocí las palabras de Carlos en ella, pero mantuve silencio...

 
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**Originalmente publicada el 19 de octubre del 2010 en HTTP://WWW.NICOLEGATA.OBOLOG.COM